La importancia de una buena escritura política

Un experto en ciencias del lenguaje certifica así que la escritura es comunicante , ya sea que el texto esté destinado a ser escuchado (habla) o leído (documento en papel o digital). En ambos casos, la especificidad de esta escritura es que forma parte del lenguaje de acción .

Escribir bien en política es escribir para ser escuchado, para ser leído y para ganar apoyo, si no para ser entendido.

Es mucho más difícil de lo que uno podría pensar y escribir (o hablar), de manera efectiva, de manera contraria a su más profunda convicción. En otras palabras, para ser verdaderamente convincente, el remitente debe estar convencido, creer en el éxito de la acción que defiende, en el éxito de esa acción, pero no necesariamente en la veracidad de los argumentos y promesas que la sustentan. Y esta convicción integral de el emisor se traduce en su idioma por la ausencia de toda duda, por afirmaciones brutales desprovistas de todo matiz.

Resortes psicológicos

Los resortes psicológicos del lenguaje de acción son a menudo sumarios y casi siempre emocionales:

  • Explica, pero sin ir demasiado lejos y con argumentos cuidadosamente filtrados;
  • Promete fácilmente y sin preocuparse demasiado por el cumplimiento de sus promesas;
  • Adula: es, después de todo, una forma inmediata de recompensa para el receptor, y aborda los impulsos más profundos de ese receptor, y no le cuesta nada al remitente;
  • Incluso sucede que dramatiza, excita a los receptores, sumergiéndose aún más en su inconsciente;
  • Y a veces, puede suceder que parezca sincero, humano, para ponerse al nivel de los receptores, para comunicarse con ellos.

Frases y palabras

Para ser percibido, comprendido, retenido por los receptores , todos los lenguajes de acción deben adaptarse a las estrictas limitaciones psicológicas de estos receptores. En particular:

  • Las frases deben ser relativamente cortas, en promedio no más de 15 palabras cada una, y tener estructuras sintácticas simples;
  • Las palabras deben ser comunes, comunes, conocidas por los receptores, utilizadas en significados que les son familiares.

Evocación de palabras

El hombre de acción elige preferentemente palabras con evocación «positiva», poderosa, dinámica… Y evita las palabras con evocación «negativa», débil, pesimista…
Esto lo lleva, aquí también, a eliminar matices, a forzar sus efectos, a aparecer siempre seguro de sí mismo. Entre las palabras con evocaciones positivas, parece elegir más especialmente las que se relacionan:

  • Al instinto de poder,
  • Al instinto de supervivencia,
  • Al instinto de territorio,
  • Y, finalmente, a los instintos de justicia y felicidad.

Ética

No parece haber -por desgracia- ninguna correlación entre la eficacia del «lenguaje de la acción política» de la acción.

Nada que añadir a esta última frase… ¡Escrito en un libro publicado en 1973!

 

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